En su propio taller, lejos de las limitaciones de la producción en masa, Geraldine García y su equipo de talentosas mujeres salvadoreñas dan vida a la moda de una manera excepcional. Cada prenda es una obra maestra, confeccionada una a una, en cantidades limitadas, utilizando métodos tradicionales que honran la artesanía y la autenticidad.
Esta diseñadora valora la dedicación y el respeto por el oficio de la sastrería, rechazando prácticas laborales explotadoras y métodos impersonales. Aquí no hay líneas de montaje ni robots; sólo la diligencia y habilidad de mujeres orgullosas en su oficio, tejiendo historias a través de hermosas prendas.